viernes, 10 de julio de 2009

El gobierno acusa de espionaje y detiene a cuatro ejecutivos de la minera Rio Tinto

El presidente chino, Hu Jintao, liga disturbios en Xinjiang con Al Qaeda

Rechaza llamado de Turquía para que la violencia étnica sea discutida en la ONU

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Tropas chinas abordan los camiones en que realizan patrullajes en Urumqi, capital de la provincia de Xinjiang, que vivió varias jornadas de violencia étnicaFoto Reuters
Afp, Dpa y Reuters

Pekín, 9 de julio. Las autoridades chinas prometieron hoy un severo castigo a los responsables de los disturbios interétnicos en la provincia de Xinjiang, donde el domingo murieron 156 personas, luego de una reunión entre el presidente Hu Jintao y los más altos dirigentes del Comité Permanente del Buró Político del Partido Comunista Chino.

Hu, que regresó a China sin haber participado en la cumbre del G8 en Italia, declaró que mantener la estabilidad social en la región en conflicto, rica en energía, es la tarea más importante y urgente. Añadió que las autoridades locales deberían aislar y asestar un golpe al pequeño grupo de agitadores y unir y educar a la mayoría de los uigures.

El mandatario, que también es líder del PCCh, en su primer pronunciamiento oficial al respecto, afirmó que los organizadores de los disturbios tienen lazos con el separatismo y el terrorismo internacional, y que han cometido un grave y violento crimen. Prometió duras penas para los alborotadores conforme a la ley, citó un comunicado oficial.

Asimismo, China instó a la comunidad internacional a unirse contra el terrorismo, cuatro días después de los sangrientos disturbios de Urumqi, la capital regional, que Pekín imputó a los separatistas uigures en el exilio. El terrorismo es el enemigo de la comunidad internacional en su conjunto, declaró Qin Gang, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores.

Las tres fuerzas, extremismo, separatismo y terrorismo, son una plaga para China y otros países de la región, dijo durante una conferencia de prensa. China siempre apoyó y participó en la cooperación internacional contra el antiterrorismo, añadió.

En ese sentido, rechazó el llamado de Turquía para que el Consejo de Seguridad de la ONU discuta el caso. Pero, en lo que concierne los separatistas en China, que forman parte de estas tres fuerzas, tenemos pruebas de que estas personas fueron entrenadas en el extranjero, incluso por Al Qaeda, aseguró.

A principios de esta semana, los medios de comunicación oficiales chinos se hicieron eco de una declaración del gobierno regional de Xinjiang, que acusó al Congreso Mundial Uigur, dirigido por la disidente en el exilio Rebiya Kadeer, de haber fomentado los disturbios del domingo.

La violencia se desató entre los uigures, turcohablantes musulmanes, y los han, etnia mayoritaria en China, y provocó al menos 156 muertos y más de mil heridos. Bajo el patrullaje de tropas antidisturbuios la calma retornaba este día en la ciudad de Urumqi. Los mercados, centros comerciales y calles se veían mucho más concurridos.

En otro orden, cuatro ejecutivos del grupo minero británico-australiano Rio Tinto fueron acusados de espionaje y detenidos desde el domingo por el gobierno chino, en un caso que podría provocar tensiones diplomáticas entre Pekín y Canberra. Aunque, la cancillería china pidió al mismo tiempo no politizar el asunto.

China aseguró que tiene pruebas suficientes de que el directivo de Rio Tinto en Shanghai, Stern Hu, ciudadano australiano, y otros empleados han robado secretos de Estado y causado enormes pérdidas a los intereses económicos y a la seguridad de China.

Del mismo modo, el primer ministro australiano, Kevin Rudd, que participa en la cumbre del G-8 en L’Aquila (centro de Italia) se negó a hablar del asunto con las autoridades chinas y a politizar el caso.

En Australia, el Ministerio de Relaciones Exteriores y de Comercio convocó al encargado de negocios chino Hong Liang para reiterar la importancia que el gobierno (australiano) otorga al bienestar de Hu, y el interés en tener acceso consular al sospechoso, lo que podría ocurrir este viernes.

Medios de prensa oficiales dijeron, citando a la Seguridad de Estado de Shanghai, que Stern Hu y los otros tres ejecutivos obtuvieron información secreta corrompiendo a responsables de la industria siderúrgica china, violando la ley china y la ética comercial internacional.


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