miércoles, 13 de mayo de 2009

Mueren más mexicanos por males laborales que por epidemias: Cilas

Al año fallecen 1,300 por accidentes de trabajo o cánceres ocupacionales

El promedio mundial es de 2 millones, que significa 6 mil cada día

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Durante los trabajos del segundo piso del Periférico en la ciudad de México, en abril de 2004Foto José Carlo González
Patricia Muñoz Ríos

En México cada año mueren más trabajadores por enfermedades laborales que por epidemias, ya que anualmente pierde la vida un promedio de mil 300 por accidentes, padecimientos respiratorios, cánceres ocupacionales –relacionados con el uso de químicos en actividades cotidianas en las fábricas– u otros.

Según un informe del Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical (Cilas), a escala mundial, el dato del promedio anual de decesos de trabajadores es dramático, ya que se estima que más de 2 millones fallecen en sus lugares de labor o bien por padecimientos relacionados con su desempeño. Esto indica que cada día ocurren aproximadamente 6 mil muertes, lo que supera los decesos por guerras o por enfermedades transmisibles.

Según el documento del Cilas, en México se han tolerado procesos productivos sumamente peligrosos para la salud de los trabajadores, quienes se ven obligados a manejar productos, como asbestos, sin regulación ni protecciones, o bien, están sometidos a exhaustivos procesos productivos, como en las maquiladoras. Además, no existen medidas preventivas y de control en las empresas, ni un sistema nacional de vigilancia de la salud.

Indica que si bien la situación creada por el virus de influenza humana que ataca a varios países obliga a actuar de manera responsable, también es necesario reflexionar detenidamente en torno a la salud de los mexicanos que mueren en mayor cantidad por enfermedades y accidentes laborales que por cualquier epidemia.

En el análisis se hace referencia a cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las cuales señalan que la tercera parte de los decesos de empleados en todo el mundo tienen su origen en cánceres ocupacionales; 20 por ciento se refieren a lesiones o accidentes ocurridos en fábricas, empresas y demás centros laborales, y otro tanto se debe a enfermedades respiratorias.

Según la información de la OIT, existen más de 350 químicos cancerígenos ocupacionales, es decir, productos que se usan cotidianamente, por ejemplo en la fabricación de prendas de vestir, que a la larga generan padecimientos entre los trabajadores. Entre estos productos menciona benceno, cromo, nitrosaminas, asbesto y aflatoxinas, que son manejados con regularidad por los obreros mexicanos y de otras naciones.

El Cilas advierte además sobre el grave problema del trabajo infantil, ya que en México hay alrededor de 3 millones de niños –250 millones en todo el mundo– que se ven obligados a laborar, y 70 por ciento lo hacen en condiciones peligrosas.

Indica que todo este conjunto de factores tiene alto impacto económico, ya que, por ejemplo, en el país sólo una de cada tres personas que conforman la población económicamente activa (PEA) cuenta con seguridad social; el presupuesto asignado al sector salud fue de apenas 6 por ciento del producto interno bruto (PIB), por debajo del promedio de América Latina y de la recomendación internacional, mientras el destinado a investigación es de 0.3 por ciento, cuando a escala mundial el promedio es de uno o dos por ciento del PIB.


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